Anhelar un ministerio basado en el testimonio de aquellos que han triunfado en el mismo terreno es un grave error. El ministerio no se maneja bajo las mismas reglas y principios de un negocio que mientras mayor es la inversión, el nivel de influencia y otros factores, mayores serán las probabilidades. En el ministerio puedes terminar invirtiéndolo todo, quedándote solo y al final quedarte esperando la paga hasta el día del Señor. Así de simple.
Si tienes una visión, si vas a iniciar un trabajo que entiendes que Dios te ha encomendado, necesitas entender algunos principios.
1. Es tu visión, eres el responsable de echarla a andar y hacerla funcionar, eres responsable de sostenerla económicamente. 2. Podrás encontrar quien te ayude a realizar tu sueño, pero va a ser dificil encontrar quien comparta tu visión. 3. Si encuentras a alguien que comparte la visión, atesóralo, trátalo con amor y respeto y en la medida de lo posible remunera su trabajo, aunque la persona lo haga desinteresadamente.
¿Cómo se sostiene el trabajo de una visión?
No esperes que alguien, ni ningúna entidad pública o privada, ministerio o ministro va a financiar tu trabajo, no funciona así, te puedes llevar una gran desilusión. Una de las partes más dificiles de hacer funcionar una visión es la parte financiera. Hace falta dinero y si Dios te llamó, necesitas entender que El habrá de suplir. Es verdad que el dinero de hacer el trabajo no va a caer del cielo, que Dios se vale de sus hijos, tus consiervos, para que te lleguen los fondos, pero las reglas han cambiado mucho en este área dentro de las iglesias y es menester la versatilidad para levantar los fondos.
Hoy en día la gran mayoría de iglesias se rigen por dos tipos de gobierno: El gobierno apostólico y el gobierno constituído por los concilios tradicionales. (Apóstoles y Presbiteros)
Bajo el gobierno apostólico se siembran iglesias bajo la misma visión del apóstol y toda ayuda que la iglesia pueda prestar, la va a prestar a su obra. Bajo este gobierno hay muy poco espacio para asistir misioneros, evangelistas y pastores que no estén bajo su visión.
Bajo el gobierno de los concilios tradicionales, aunque había una mayor apertura y todo lo que hacía falta era una buena referencia, todo eso cambió. Ya son pocas las iglesias que llevan a cabo cultos misioneros para levantar ofrendas y bendecir a los misioneros allende los mares.
¿Cómo se sostiene el trabajo de una visión?
En tiempos pasados el misionero, el evangelista, el pastor de una obra en su etapa de formación, era invitado a predicar a las iglesias y se le daba una ofrenda para ayudar en la obra. Tambien eso cambió, hoy en día los pastores, de ambos tipos de gobierno son mucho más cuidadosos a la hora de prestar el altar y su micrófono. Son más selectivos con el mensaje a que exponen a su congregación. Esto tambien es de entenderse.
La buena voluntad de hermanos laicos de las iglesias que antes eran movidos a escribir un chequecito o comprar un money order y enviarlo a un ministerio, tambien se ha perdido, por haberse aumentado la maldad. Entonces, ¿Cómo se sostiene el trabajo?
El misionero, el evangelista, el obrero nuevo se ve muchas veces precisado a efectuar actividades benéficas, necesita ser cuidadoso para no verse envuelto en actividades que empañan su testimonio, ya que son actividades que necesitan en cierta medida ser regidas por las leyes del negocio. Si invitas a un adorardor, hay que pagarle, necesitas pagar un local, y necesitas pagar para publicitar el evento. A la final, cuando vienes a ver puede terminar trabajando para nada.
Entonces, ¿Cómo se sostiene el trabajo? Es una pregunta que debe hacerse cada creyente nacido de nuevo que siente el peso de la responsabilidad de hacer llegar el evangelio a todas partes del mundo. Y es una pregunta que debe formulase todo aquel que aspira a ministerio, antes de lanzarse.
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