MI VIAJE A EUROPA

Cuando mi familia y amistades de la iglesia comenzaron a hablar de un viaje a Europa, mi primera reaccion fue un rotundo rechazo. En mi mente no cabía la más remota idea de que yo pudiera montarme nueve horas en un avión y mucho menos que pudiera internarme en un barco mar adentro.

Me mantuve en esa actitud de " conmigo no inventen"  hasta el último minuto, me incluyeron comoquiera, pero no me entusiasmaba, aun con los pasajes aéreos comprados.

La gente me preguntaba y no les sabía dar detalles del viaje, porque nunca me interesé.

Pensaba y utilizaba como mi defensa  las largas horas de vuelo en un avión, el terror a navegar mar adentro, los movimientos de las olas. Pensaba en lo dificil que se me hace pasar dos semanas sin comer mi arroz con habichuela y carne. Yo nunca había aprendido, ni tenía la intención de aprender a comer comidas extrañas.

Además de todo esto, en las casi cuatro décadas que llevo haciendo vida en Estados Unidos, desarrollé una mentalidad que no es ajena a nuestra gente inmigrante: "para yo ir a gastar mi dinero y mis vacaciones a otro país, me voy a mi barrio a disfrutar de mi tierra, con los míos".
(Si pudieramos preguntar cuántos se identifican con esta mentalidad, se que muchos levantarían la mano.)

En el mundo natural la gente le llama "como por arte de magia". Los que nos movemos por las leyes espirituales podemos decir con plena confianza: Dios tenía un plan para mi vida con este viaje. Dios quería enseñarme varias cosas y me las enseño, y yo soy buen estudiante y las aprendí.

En este viaje, dejé atrás esa mentalidad de barrio. Aprendí a ver el mundo desde otra perspectiva. Aprendí que hay personas más grande y más pequeña que tu.

Muy importante y muy en serio, creo que de tener la oportunidad, hay que viajar (mi hermana Nelly tenía razón). Hay que ver otros lugares, otras culturas. Esto nos ayuda a apreciar lo que tenemos y tambien a no seguirnos engañando, creyendo que tenemos en nuestras manos la última Coca Cola del desierto.

En este lado de la geografía, por ejemplo; lo que nosotros en occidente atesoramos como "carros  de lujo" Mercedes Benz, Alfa Romeo y otros,  aquí lo utilizan para transporte público.

Los que escribimos, los que predicamos, los que en mayor o menor escala comunicamos, cuando viajamos encontramos mas inspiración, mas argumentos, mas temas, mas material.

PERO me queda un argumento muy fuerte que nada tiene que ver con mentalidad. Necesito buscar con diligencia hasta encontrar el balance entre el gasto en viajes de placer y el viaje misionero. Hay un compromiso, hay un llamado, hay un ministerio con una Visión y una Misión que tambien me espera.  Que tambien precisa de mi tiempo y finanza.