BIENVENIDOS A LA DICTADURA DE LAS EMOCIONES.

Imer Ramirez

2 hrs · 

 

“Si se siente bien tiene que ser bueno”.
“Las opiniones de los demás no importan, solo importa que te sientas bien”. “Lo que siento es lo único real, por lo tanto no puedo negar quien soy”.
“Todo el que me contradice es un hater"

Definir la realidad según lo que sientes no es una virtud, ni es una liberación, mas bien es una maniobra mental.
El exceso de autonomía tiene resultados patológicos, no hay ningún tipo de beneficio ni progreso según el analista social Daniel Yankelovich.

“¿Tu entiendes que tu estilo de vida es totalmente contrario a la razón y no es para nada saludable para ti? Puede ser, pero me gusta."

La mayoría de personas que se dejan llevar por esta cultura emocional aparentan ser intelectuales.
Este fenómeno es debido a la moda (trending) ideológica que prevalece en lo mediático. Levantarle el dedo del medio a la religión (especificamente a la cristiana) es considerado un progreso o liberación mental.
Lo malo es que la mayoría de estos pro-secularistas no conocen a ciencia cierta el cristianismo que atacan. Solo conocen una caricatura de la religión, pero no tienen idea de los principios teológicos ni la historia de la iglesia como tal.
Solo saben que la Iglesia dice que NO y por eso es un enemigo.
De hecho, cualquiera que les diga: "no te dejes llevar por tu propia opinión", se constituye un enemigo de la libertad.

Imagina una ideología que te diga, que todo lo que has creído y te han enseñado es una construcción o invento de otro ser humano. Que no existe la verdad absoluta y que la realidad se define dependiendo quien la perciba.
Es decir, que la única realidad es lo que tu defines como tal.
Esta vida no tiene sentido y es tu deber darle el sentido y propósito que quieras. Haz lo que quieras con tus ideas, cree lo que quieras.
De hecho, no sigas ningún parámetro social y haz de tus relaciones lo que te da la gana con quien te de la gana.
Esto que te acabo de explicar es POSTMODERNISMO.

Lo curioso de esta corriente filosófica, es que no existe ninguna sociedad que pueda subsistir bajo un pensamiento como ese, no procede.
A final de cuentas vas a tener que usar al gobierno para que compren este producto. Así que necesitas inventar una excusa que sea lo suficientemente atrayente: (música de entrada)…….DERECHOS HUMANOS!!!

Los derechos humanos son el disfraz del movimiento liberal.
Aceptar una normativa de uno de esos grupos de (dudosa) lucha social es dejar que toda una avalancha ideológica inunde la cultura, sin medir las consecuencias.
La mayoría de estudios y argumentos realizados por estos grupos solo prueban que el único derecho que realmente representan es el DERECHO DE HACER LO QUE UNO QUIERA, pero con un gobierno que lo legalice.
El postmodernista no tiene una estructura, ataca toda clase de sistema.
Su arma mercadológica estrella es la ambiguación de la palabra HOMOFOBIA (que ellos mismos no saben explicar) pero aun así todos los que tenemos acceso a internet o algún nivel educativo, hemos oído la palabra en un solo contexto. También slogans y eufemismos como, INCLUSION, AMOR, PROGRESO, TOLERANCIA, COEXISTIR…todo un marketing ideológico que define estas palabras como les conviene.

Si realmente eres tan “orgulloso” de tu estilo de vida, ¿Para qué necesitas del gobierno para imponer sobre los demás tu aceptación? Si quieres tanta diversidad, ¿para qué quieres los mismos beneficios de la familia tradicional? ¿por qué no conformarse con la unión libre y vivir aparentemente felices?

Me da pena por los dominicanos y su xenofilia. Quienes usan técnicas mediáticas y estudios de la elite liberal para aparentar estar en la vanguardia de las ideas, o solo buscar una excusa para seguir teniendo “fe” en sus improbables teorías.

El funeral de la era de la razón, donde los hechos, los principios y las evidencias no son tomados en cuenta. Mas bien son descalificados al extremo y son remplazados por una ideología individualista, utilitaria y narcisista que sobrevive por medios irracionales y pseudo-científicos.

BIENVENIDOS A LA DICTADURA DE LAS EMOCIONES.

(Juan 3:19-21)